En las empresas tradicionales los éxitos y fracasos se lo llevan, en la mayoría de los casos, los individuos. Con esta cultura organizacional, el retroceso será parte de tu desarrollo y éste se reflejará tarde o temprano.
La respuesta ante esta situación es la colaboración. Adoptando dicho principio en tu oficina entenderás que el éxito o fracaso en cualquier proyecto pertenece a todo el equipo.
Esto sólo lo lograrás a través de uno de los marcos de trabajo más exitosos de nuestros tiempos: Scrum.
No formes parte de esas empresas en la que la cooperación se instala antes de la colaboración, porque hay una gran diferencia entre estos dos conceptos.
Cuando cooperas con tus compañeros de trabajo, cada fuerza individual se suma hasta el final para poder generar un producto o servicio, pero suena un poco aburrido y monótono, ¿no lo crees? Mejor únete a las empresas en donde se trabaja de manera colaborativa, en donde las fuerzas son del tamaño de todo tu equipo y en donde el trabajo en conjunto es esencial. Apláudanse y valórense como equipo. Colaboren entre ustedes.
Como resultado, verás el potencial de todos los miembros de tu equipo, conocerás las fortalezas y debilidades de los integrantes y la planificación y organización serán mucho más fáciles.